El comerciante bumangués recibió diez heridas con arma blanca en medio de una riña entre hinchas del Junior y del Bucaramanga. La Fiscalía investiga el ataque.
Redacción: Sebastián Trujillo – Periodista TRO Digital
Un reconocido empresario oriundo de Bucaramanga lucha por su vida en Barranquilla después de haber sido apuñalado diez veces durante una riña entre hinchas del Junior y del Atlético Bucaramanga.
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Jonathan Daniel Castellanos Rojas, empresario del sector automotriz de Bucaramanga fue víctima de un violento ataque con arma blanca en Barranquilla. El hecho se registró en el barrio San Roque, el pasado 18 de agosto, cuando llegaba a las afueras del estadio Metropolitano acompañado de familiares y amigos previo al encuentro Junior vs. Atlético Bucaramanga.
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De acuerdo con testigos, varios hinchas del Junior lo increparon en la vía pública y, en medio de la confrontación, uno de ellos lo atacó con un cuchillo. La víctima recibió diez heridas en distintas partes del cuerpo. Trasladaron inicialmente a Castellanos al Hospital General de Barranquilla y luego lo remitieron a la Clínica Murillo. Allí permanece bajo estricta observación médica, en estado crítico y con pronóstico reservado.
La Policía Metropolitana de Barranquilla confirmó la captura de dos hombres señalados de participar en la agresión. Las autoridades indicaron que se trató de una riña entre barras bravas, fenómeno que ha generado preocupación recurrente por la violencia asociada al fútbol en el país.
Y este lunes, Linda Marisol Rojas Aguilar, la madre de la víctima, pidió justicia y relató la difícil situación de la familia: “Nosotros solo pedimos que los responsables paguen por lo que hicieron”. Por su parte, la Fiscalía General de la Nación anunció la apertura de una investigación para determinar las circunstancias exactas del ataque. El organismo evalúa si existió premeditación o si fue consecuencia de un enfrentamiento espontáneo entre hinchas.
Por otro lado, su madre, Linda Marisol Rojas, aseguró que la agresión fue “sin motivo alguno” y que su hijo se encuentra bajo pronóstico reservado en la Clínica Murillo. Con evidente dolor, rechazó lo sucedido y cuestionó la violencia que rodea al fútbol, insistiendo en que su hijo no había provocado la brutal agresión.
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El caso ha despertado solidaridad en Bucaramanga, y la comunidad reconoce al empresario por su trayectoria en el sector comercial. Amigos y allegados han expresado su apoyo a la familia, mientras organizaciones ciudadanas insisten en la necesidad de medidas más estrictas para frenar la violencia en escenarios deportivos.
