90 municipios evaluados: así se posicionan las ciudades más competitivas de Santander y Boyacá.
Redacción: Daneris Maritza Cueto Pineda. Periodista de Oriente Noticias

La Cámara de Comercio de Bucaramanga presentó los resultados de la quinta edición del Índice de Competitividad Municipal (ICM). Este estudio analiza qué tan preparados están los municipios para ofrecer oportunidades de desarrollo a sus habitantes. En esta versión participaron 90 municipios de seis departamentos: Santander, Norte de Santander, Boyacá, Cesar, Arauca y Casanare.
Según Ismael Cañas, director del Centro de Información Empresarial, “este ejercicio se desarrolla con 16 instituciones aliadas de la región y permite medir el desempeño competitivo de los municipios. Bucaramanga se mantiene en el primer lugar del ranking, seguida por Sogamoso (Boyacá) y San Gil (Santander), consolidándose estos últimos años en el top 3 gracias a su actividad turística y desarrollo económico”.
Bucaramanga obtuvo un puntaje de 5,79, destacándose por su infraestructura, calidad educativa, solidez financiera, cobertura de servicios públicos, conectividad a internet y acceso a servicios bancarios. La ciudad también lidera los indicadores regionales en educación y salud, consolidándose como un entorno atractivo para la inversión y la innovación.
Otros municipios de la región también muestran avances importantes:
- Girón alcanzó el puesto 16, con mejoras en sostenibilidad ambiental y cobertura de servicios públicos.
- Piedecuesta se ubicó en la posición 20, destacando en sostenibilidad, infraestructura y gestión del riesgo ambiental.
- Floridablanca ocupó el puesto 21, sobresaliendo en infraestructura y equipamiento urbano.
El estudio evalúa siete pilares de competitividad, incluyendo educación, productividad, salud, medio ambiente, innovación, sistema financiero y servicios, elementos que consolidan la posición de los municipios en el desarrollo regional.
Estos resultados refuerzan el compromiso de Bucaramanga con la innovación, la educación y la sostenibilidad, factores que la posicionan como un modelo de competitividad en Colombia. La medición del ICM se convierte así en una herramienta clave para orientar políticas públicas y estrategias de desarrollo local.





