Expertos advierten que el gravamen propuesto por Hacienda podría frenar la inclusión financiera y encarecer las transacciones para pequeños comerciantes y usuarios de bajos ingresos.
Por: Sebastián Trujillo – Periodista TRO Digital.
El Ministerio de Hacienda presentó un proyecto de decreto que establece una retención en la fuente del 1,5% sobre las transferencias realizadas mediante Bre-B y plataformas digitales como Nequi y Daviplata.

La medida, que podría oficializarse el próximo viernes, busca ajustar el régimen tributario de estos instrumentos de pago que actualmente operan sin este tipo de gravámenes, generando un intenso debate sobre sus posibles consecuencias en la economía digital del país.
¿Qué es la retención en la fuente propuesta?
La retención en la fuente es un mecanismo mediante el cual se descuenta anticipadamente un porcentaje del valor de una transacción como pago adelantado de impuestos. En este caso, el Ministerio de Hacienda plantea aplicar un 1,5% sobre cada transferencia realizada a través de Bre-B, Nequi, Daviplata y otras plataformas digital
Esto significa que por cada $100.000 transferidos, se retendrían $1.500 que irían directamente a las arcas del Estado. Actualmente, estas plataformas operan sin este tipo de retención, lo que ha facilitado su masificación entre usuarios de todos los estratos socioeconómicos.es similares.
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¿Para qué serviría este impuesto?
Aunque el Ministerio de Hacienda no ha detallado públicamente el destino específico de los recursos, la medida se enmarca en la necesidad del Gobierno de aumentar el recaudo tributario para financiar el gasto público. La retención en la fuente sobre transacciones digitales representaría una nueva fuente de ingresos fiscales en un momento en que el país enfrenta desafíos en materia de déficit fiscal.
El gravamen buscaría equiparar el tratamiento tributario de los pagos digitales con otras formas de transacciones comerciales que ya están sujetas a retención. Sin embargo, críticos argumentan que esto desconoce la naturaleza diferente de estas plataformas y su papel en la inclusión financiera.
¿A quiénes afectaría?
Pequeños y medianos comerciantes: Serían quienes más resentirían el impacto, ya que muchos han adoptado estas plataformas como alternativa económica a las tradicionales datáfonos bancarios. Un comerciante que reciba $10 millones mensuales vería retenidos $150.000, afectando su flujo de caja.
Sectores vulnerables: La senadora Paloma Valencia advirtió que la medida golpearía “el acceso a historia crediticia de los más pobres”. Plataformas como Nequi y Daviplata han permitido a personas de bajos ingresos, sin acceso a cuentas bancarias tradicionales, construir un historial financiero y acceder a microcréditos.

Usuarios cotidianos: Cualquier persona que utilice estas plataformas para pagos diarios vería reducido el monto de sus transacciones. Si alguien envía $50.000 para un pago, el destinatario recibiría $49.250.
Emprendedores digitales: Vendedores por redes sociales y negocios digitales que dependen de estas plataformas para recibir pagos enfrentarían costos operativos adicionales que podrían trasladarse a los precios finales.
¿Qué pasaría si se aplica?
Legisladores y analistas advierten sobre varias consecuencias negativas: La representante Catherine Juvinao comparó la situación con Brasil, donde el sistema Pix —referente de Bre-B— funciona de manera gratuita: “Definitivamente este gobierno aplasta a la clase media, no halla cómo exprimirla más. ¡Expertos en dañar lo que funciona!”, señaló.
Asimismo, el excandidato presidencial Enrique Gómez advirtió sobre el efecto acumulativo: “Pasaremos del 4×1000 al 15×1000”, haciendo referencia a que este nuevo gravamen se sumaría a otros impuestos existentes sobre transacciones financieras. Además, la senadora María Fernanda Cabal advirtió que la medida “será otro garrote para quitarle más recursos a los ciudadanos” y desvirtuaría los avances tecnológicos en materia de pagos digitales.
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La controversia pone en evidencia la tensión entre las necesidades fiscales del Gobierno y el riesgo de frenar la innovación financiera y la inclusión de sectores tradicionalmente excluidos del sistema bancario formal.





