“Nos ningunearon”: gremios reclaman exclusión de Santander del plan nacional de infraestructura vial

El presidente de la Cámara de Comercio de Bucaramanga lamentó que el departamento quedara por fuera del Conpes de $15 billones.

Redacción: Sebastián Trujillo – Periodista TRO Digital.

El más reciente informe de la Veeduría Técnica de la Cámara de Comercio de Bucaramanga (CCB) revela un panorama preocupante para la infraestructura vial en Santander.

La mayoría de las obras evaluadas presentan retrasos en su ejecución, desfinanciación o carencia de licencias ambientales. Lo que ha limitado el avance de proyectos claves para la movilidad y el desarrollo regional.

Entre los casos más críticos se encuentra la Autovía Bucaramanga–Pamplona, cuyo contrato fue revertido y regresó a manos del Instituto Nacional de Vías (Invías). Y el Acueducto del Chicamocha, que debía entregarse en 18 meses pero ya completa una década de retraso, sin resultados visibles. De acuerdo con el balance de la CCB, varios de estos proyectos podrían terminar convertidos en ‘elefantes blancos‘, con graves impactos para la competitividad del departamento.

Santander, fuera del Conpes de las ‘Vías para la Paz’

A los problemas de planeación se suma la reciente decisión del Gobierno Nacional de excluir a Santander del documento Conpes por $15 billones, destinado a las denominadas Vías para la Paz. Este hecho generó molestia entre los gremios y líderes regionales, que esperaban la inclusión de al menos dos corredores estratégicos: la vía Curos–Málaga y la Transversal del Carare.

El Gobierno nos ninguneó”, expresó Juan Carlos Rincón Liévano, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, quien cuestionó la falta de apoyo del nivel central. “No se entiende cómo un departamento como Santander, que es la cuarta economía del país, queda por fuera de esta inversión. Esto refleja una desconexión con las necesidades reales de la región”, señaló.

Según la CCB, la exclusión resulta aún más contradictoria si se tiene en cuenta que Santander ocupa el puesto 23 en infraestructura vial. Cifras dadas según el Índice de Competitividad Regional, lo que demuestra que el departamento ha logrado sostener su economía a pesar de sus graves deficiencias en materia de vías.

Además, el Invías había gestionado la posibilidad de un Conpes por $780.000 millones para la pavimentación total de la vía Curos–Málaga, en cumplimiento de una acción popular que amparó los derechos de la comunidad de la provincia de García Rovira. Sin embargo, dichos recursos no fueron priorizados por el Gobierno Nacional.

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Un caso similar ocurrió con la Transversal del Carare, donde la comunidad ha protagonizado protestas constantes por el mal estado de la vía. A pesar de los compromisos asumidos por las autoridades para gestionar $560.000 millones, este corredor tampoco fue incluido en las Vías para la Paz. Con esto, Santander se convierte en uno de los pocos departamentos sin proyectos dentro de este plan nacional, mientras 16 regiones sí recibieron inversión.

El informe de la Cámara de Comercio también advierte serias deficiencias técnicas y administrativas en varios contratos viales. Proyectos como la vía Barichara–Zapatoca, la vía a Onsamo (Onzaga–San Joaquín–Mogotes) y la vía San Gil–Charalá–Duitama no cumplirán sus metas iniciales debido a la reorientación de recursos hacia puntos críticos o al aumento de los costos de materiales.

Por ejemplo, la obra Onsamo, que debía pavimentar 24,8 kilómetros, solo alcanzará 14 km. En el caso de Barichara–Zapatoca, el contrato prometía 52 km, pero actualmente solo se prevé pavimentar 35, y podría ser menos, ya que aún no cuenta con licencia ambiental.

Frente a esta situación, Camilo Barajas, director de Compromiso Público Empresarial de la CCB, planteó una alternativa: que la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo asuma la intervención de los tramos más deteriorados, evitando que los contratos de pavimentación pierdan su alcance original.

Un llamado urgente al Gobierno Nacional

El gremio empresarial insiste en que el rezago vial de Santander no es solo un problema regional, sino un asunto de competitividad nacional. La falta de vías seguras y funcionales ha limitado la conexión con otras zonas del país, afectando sectores como el turismo, la agroindustria y el transporte de carga.

“La infraestructura es el motor del desarrollo, y hoy Santander está quedando rezagado frente a departamentos que sí recibieron inversión”, advirtió Rincón Liévano, reiterando el llamado al Gobierno para que reconsidere la exclusión del departamento del Conpes de las Vías para la Paz y reactive proyectos que hoy están en el limbo.

De no hacerlo, advierten los gremios, Santander podría seguir avanzando con lentitud por carreteras que no conducen al progreso.

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