La tragedia se registró en la vereda La Coldesa, zona rural de Turbo, Urabá antioqueño. Allí, un niño de dos años perdió la vida luego de tomar accidentalmente el contenido de una botella de gaseosa que había sido reutilizada para almacenar una sustancia venenosa.
Redacción: Danna Valentina Camacho – Periodista Oriente Noticias

Fuente: Tomada de Internet
El menor se encontraba bajo el cuidado de su abuelo, propietario de una tienda en la vereda. En un momento de descuido, el pequeño tomó la botella y bebió el líquido, lo que desató una emergencia. El hombre lo encontró inconsciente y, junto a otros familiares, lo trasladaron de inmediato a la Clínica Panamericana, en Apartadó.
Debido a la gravedad del caso, el niño fue remitido al Hospital San Vicente Fundación, en Medellín. A pesar de los esfuerzos médicos por estabilizarlo, la intoxicación causó fallas irreversibles en sus órganos vitales y finalmente falleció.
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La secretaria de Gobierno de Turbo, Marla Indira Fadul, explicó que el hecho está relacionado con una práctica común en zonas rurales; reenvasar pesticidas, venenos agrícolas o productos de limpieza en envases de consumo humano como botellas de gaseosa, yogures o cervezas. Esta costumbre, advirtió, aumenta el riesgo de accidentes fatales, especialmente en niños.

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Ante lo sucedido, las autoridades hicieron un llamado a la comunidad para almacenar los químicos únicamente en sus recipientes originales, con etiquetas visibles y en lugares de difícil acceso. También insistieron en la necesidad de reforzar la educación familiar sobre los peligros de ingerir sustancias desconocidas, con el fin de evitar que tragedias como esta se repitan en la región.
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