La JEP conecta literatura, memoria y justicia en la Fiesta del Libro con experiencia que honra a víctimas y promueve la no repetición.
Por: Sebastián Trujillo – Periodista TRO Digital.
Este martes, la JEP presentó en Cúcuta el módulo Catatumbo del Museo Digital. Buscando honrar a víctimas de asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate, además de fomentar la verdad.

Entre el 1 y 6 de septiembre, en la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, este evento conecta literatura, memoria y la justicia transicional. El museo inmersivo combina realidad virtual, relatos, canciones y reconstucciones audiovisuales. Permite a la persona adentrarse en los hechos y territorios más golpeados por la violencia, transformando la memoria en experiencia interactiva.
“El reto ahora es socializar, difundir y mantener viva esta propuesta para que cumpla su objetivo: dar a conocer a la sociedad la memoria como garantía de no repetición” afirmó Claudia Erazo, subsecretaria ejecutiva de la JEP.
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El museo incluye tres espacios: los hallazgos de la Comisión de la Verdad, la historia de resiliencia de la comunidad de Juan Frío y el nuevo módulo Catatumbo, que repara simbólicamente el daño a la dignidad de las víctimas de “falsos positivos” en Norte de Santander.
“Se trata de un activo digital que puede llegar a públicos masivos y abrir caminos para que otros territorios repliquen esta experiencia” destacó la magistrada auxiliar Fátima Esparza.
En este mismo proceso, en diciembre de 2024, la JEP resolvió la situación de 36 exintegrantes del Ejército en Norte de Santander, quienes recibieron beneficios por aportar verdad plena y garantizar los derechos de las víctimas. La Sala de Reconocimiento de Verdad documentó al menos 120 asesinatos de civiles presentados como muertes en combate entre 2007 y 2008, y un total de 420 víctimas entre 1985 y 2016. Estas cifras ubican a Norte de Santander entre los más afectados por esta práctica. Por ello, la importancia de no recaer en la repitición de estos hechos.

Además, el módulo Catatumbo permite ponerse en los zapatos de las víctimas, escuchar sus voces y reconocer sus memorias. Transforma el arte, la cultura y la tecnología en aliados de la justicia y la dignidad en Cúcuta. Con la cooperación internacional, especialmente de la GIZ, aportó herramientas tecnológicas y pedagógicas. El propósito es que el mensaje alcance a jóvenes y comunidades urbanas y rurales.
Finalmente, este módulo inmersivo transforma el recuerdo traumático en experiencia vivida, accesible y preventiva, impulsando una memoria que efectivamente defiende la dignidad y evita la repetición del conflicto.