Sofia López Tapias TRO digital

Exsacerdote Jaime Vargas Ruiz enfrenta la etapa final de su juicio tras revelarse nuevas víctimas de abuso sexual en Santander.
El juicio contra Jaime Vargas Ruiz ha revelado más víctimas de abuso sexual. Jonathan Ortega, quien fue violentado a los 16 años, logró llevarlo ante la justicia tras años de silencio. Ortega denunció al sacerdote en 2020, lo que activó tanto el proceso penal como el eclesiástico. En 2023, la Fiscalía presentó cargos formales y, en 2024, la Iglesia lo expulsó del estado clerical.

Imagen tomada de internet

Cuatro nuevas víctimas se sumaron a la denuncia inicial. La última audiencia del juicio está programada para el 16 de octubre en el Juzgado Penal de Moniquirá, Boyacá. Ortega, ahora docente, pide justicia para todos los afectados y exige que el caso no quede en la impunidad.

La Diócesis de Socorro y San Gil confirmó la expulsión del sacerdote en julio de 2024, tras encontrarlo culpable de delitos sexuales con menores, conocidos como “delictum contra sextum cum minore“. Ortega logró evitar que el acusado renunciara voluntariamente a su investidura. Gracias a la asesoría de un abogado en Roma, la Iglesia no aceptó la solicitud de retiro, dejando constancia de su expulsión por violación.

Durante su trayectoria, Vargas Ruiz presidió el Tribunal Eclesiástico de la región. Desde esa posición, tuvo influencia sobre otros casos de abuso clerical. Ortega aseguró que no le teme al juicio social ni a las amenazas que ha recibido. Ha enfrentado una profunda revictimización, pero sigue firme en su propósito.

El denunciante también evalúa iniciar un proceso de reparación civil por los daños sufridos. Además, trabaja como docente en sectores vulnerables de Bogotá, donde busca ser un referente de acompañamiento y protección para las nuevas generaciones.