Tras la persecución de uno de los fugitivos más buscados del Tren de Aragua en Chile, la Policía colombiana logró capturar en Barrancabermeja, Santander, a Alberto Carlos Mejía Hernández.
Redacción: Daniela Leal- TRO Digital

La operación fue el resultado de un trabajo coordinado entre la Policía Nacional de Colombia, Carabineros de Chile y la agencia Interpol, que venían siguiendo sus pasos desde hace varias semanas. Finalmente, Mejía Hernández fue sorprendido en territorio santandereano, donde se escondía intentando evadir los cercos policiales.
El hombre, requerido con circular roja de Interpol, es señalado de ser uno de los autores del asesinato que conmocionó a Santiago de Chile el pasado mes de junio.
Según la investigación, el capturado estaría vinculado directamente con el homicidio de José Felipe Reyes Ossa, prestamista informal conocido como “El Rey de Meiggs”, quien fue asesinado el pasado 19 de junio en Santiago. Este hecho puso en evidencia la capacidad del Tren de Aragua para operar en la capital chilena y dejó en alerta a las autoridades de la región frente al avance de esta peligrosa organización criminal.
Un detalle determinante para confirmar su identidad fue un tatuaje en el brazo izquierdo, que coincidía con las descripciones compartidas por las autoridades chilenas. Esa marca corporal permitió a los investigadores tener certeza de que se trataba del fugitivo requerido por homicidio calificado y otros delitos asociados al accionar del Tren de Aragua.

El director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, afirmó que la detención representa un golpe estratégico contra el crimen trasnacional y advirtió que Colombia no permitirá que cabecillas de bandas internacionales encuentren refugio en su territorio.
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Tras su arresto, Mejía Hernández fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, que ahora deberá adelantar los trámites de extradición solicitados por Chile.
Mientras tanto, las autoridades recordaron que el Tren de Aragua, surgido en cárceles venezolanas, ha extendido su poder a varios países de Sudamérica, infiltrándose en delitos como extorsión, secuestro, narcotráfico y homicidios.