Ley Ángel: el caso que transformó la lucha contra el maltrato animal en Colombia

Tras más de 15 cirugías, seis meses de hospitalización y dos transfusiones de sangre, Ángel, un perro víctima de un brutal maltrato en Saboyá, Boyacá, se convirtió en símbolo de resistencia y en el rostro de una causa que cambió la historia de la protección animal en Colombia. Su caso no solo conmovió al país entero, sino que también inspiró la creación de la Ley 2455 de 2025, conocida hoy como Ley Ángel.

El origen de la Ley Ángel

La historia de Ángel generó una ola de indignación ciudadana luego que se descubriera que el perro habría sido “despellejado vivo” en medio de una presunta venganza en contra de sus dueños, Esto despertó decenas de marchas y manifestaciones en distintas ciudades del país donde exigieron que las leyes contra el maltrato animal fueran más estrictas. Por ello, organizaciones defensoras de animales, activistas y ciudadanos comunes unieron sus voces para exigir justicia, como el caso de la senadora Andrea Padilla quién llevó el tema a la agenda política en Congreso de la República.

En respuesta a este clamor, el Congreso de la República finalmente aprobó la Ley Ángel, un marco normativo que refuerza la protección animal en Colombia e introduce medidas más efectivas para prevenir, sancionar y erradicar el maltrato.

Penas más severas para los agresores

Uno de los aspectos más destacados de la Ley Ángel es el aumento en las sanciones. Ahora, las penas de prisión para quienes cometan actos de crueldad contra animales domésticos o silvestres son más altas, y se incluyen multas significativas, inhabilitación para tener animales y no se podrá tener contacto laboral con animales. De acuerdo al abogado Robin Tarazona, la ley también endurece las penas para quienes realicen estas agresiones a animales si se dan por sevicia, venganza, en presencia de menores de edad o si este material es producido a través de redes sociales.

Aunque Ángel ya no está, su memoria se ha convertido en un faro de conciencia. Su historia continúa inspirando campañas de educación, rescate y adopción responsable. Para activistas y defensores de animales, la Ley Ángel es una victoria, pero también un recordatorio de que la protección animal requiere vigilancia constante y compromiso social.

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