Disminuye el consumo de leche en Norte de Santander

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Redacción TRO Digital

El consumo de leche en Norte de Santander ha experimentado una notable disminución, que está afectando severamente al sector lechero local.
En los últimos tres años, este sector en Colombia ha enfrentado una crisis derivada de la reducción en el consumo de leche. Laura Granados, directora de Planeación Sectorial de Asoleche, indicó que en 2022 hubo una caída del 9%, seguida por otra del 3% en 2023, y aunque en mayo de 2024 se ha recuperado un modesto 0,9%, la situación sigue siendo preocupante.

En cuanto a la producción en Norte de Santander, mensualmente se producen aproximadamente 1,3 millones de litros de leche, con una población ganadera de 63.400 cabezas, lo que representa el 1,93% del total nacional. Esta situación ha afectado a grandes empresas a en el país, que han optado por estrategias como la reducción de precios para estimular la demanda.
Martín Alfonso Martínez, gerente general de Pasteurizadora La Mejor, explicó el impacto de esta crisis en la región, destacando que la situación económica difícil ha provocado una notable reducción en el consumo, especialmente entre los estratos bajos. Aunque han logrado mantenerse gracias a su infraestructura y cobertura, han tenido que adquirir leche a nivel nacional además de la local, para satisfacer sus necesidades de producción.
En cuanto a las ventas, se ha observado una disminución significativa, especialmente en negocios con grandes superficies debido a promociones de productos de leche de bajo costo. A pesar de los desafíos, esperan alcanzar cifras similares a las de 2023 para fin de año, aunque reconocen la dificultad de competir con precios más bajos en el mercado.
Respecto a la propuesta del Ministerio de Agricultura de reducir los precios al consumidor, Martínez considera que es viable y podría incentivar el consumo. Han optado por mantener precios estables y han implementado promociones adicionales para mantener la rentabilidad de los tenderos y facilitar precios accesibles al consumidor final.
Martínez mencionó los desafíos logísticos adicionales que enfrentaron durante la crisis causada por la avalancha en El Tarrita, que aumentó los costos de transporte y afectó tanto la compra como la comercialización de leche en la región.

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