Uno de los corredores más importantes del área metropolitana de Bucaramanga enfrenta cierres y contraflujo por la demolición del puente de Chimitá. El proyecto, que busca modernizar la infraestructura vial, se extenderá hasta mediados de 2026.

La demolición del puente vehicular de Chimitá, ubicado en la vía Palenque–Café Madrid que conecta a Bucaramanga con Girón, marca el inicio de una obra de gran impacto para la movilidad del área metropolitana. La intervención, a cargo de la Unión Temporal Rionegro VL, obliga desde ya a cierres parciales y contraflujo en una calzada, generando congestiones en uno de los puntos neurálgicos para el transporte de pasajeros y carga en Santander.
Según el cronograma oficial, el proyecto contempla dos fases: la primera, enfocada en la demolición y reconstrucción de la calzada oriental, irá hasta diciembre de 2025; mientras que la segunda, correspondiente a la calzada occidental, se desarrollará entre enero y junio de 2026. Esto significa que las restricciones de tránsito se prolongarán por cerca de dos años.
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En la zona ya se implementó señalización provisional y se dispuso de maquinaria pesada para ejecutar las labores iniciales. Las autoridades y contratistas recomiendan a los conductores circular con precaución, respetar la señalización, mantener la distancia de seguridad y evitar maniobras peligrosas. También sugieren programar los viajes con antelación o considerar rutas alternas para reducir los tiempos de desplazamiento.