Cardona asume la responsabilidad tras una noche difícil en Brasil

El experimentado jugador colombiano vivió momentos de tensión durante el partido donde no obtuvo el resultado esperado.

Por: Sebastián Villafany – TRO DIGITAL.

El 12 de agosto de 2025, en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, Edwin Cardona, mediocampista de Atlético Nacional, falló dos penales en el empate 0-0 frente a São Paulo por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. El episodio derivó en un respaldo público del cuerpo técnico y sus compañeros, así como en un enfrentamiento entre hinchas de ambos equipos en las graderías. La presión, las disculpas y la resiliencia marcaron una noche que fue más allá del resultado deportivo.

Foto: Archivo Atlético Nacional

La jornada comenzó con la expectativa propia de un partido de instancias decisivas del torneo continental. Atlético Nacional buscaba una ventaja en casa antes de viajar a Brasil. Sin embargo, la noche se nubló en dos momentos clave: un primer penal errado por Cardona en la etapa inicial y otro fallado en la segunda mitad. Pese a ello, el mediocampista asumió la responsabilidad con declaraciones posteriores en las que afirmó que “pocos tienen el carácter de hacer lo que hice” y que errar forma parte del juego, aunque pidió disculpas a la afición y al equipo.

El técnico Javier Gandolfi respaldó su jugador, resaltando que ahora el foco está en el partido de vuelta. Asimismo, Marino Hinestroza destacó que Cardona “es el capitán del barco dentro de la cancha” y que equivocarse es parte del camino hacia el éxito. William Tesillo, por su parte, recordó que el mediocampista ha marcado goles decisivos y que este momento es solo una prueba más en su carrera.

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Mientras en el terreno de juego se vivía la tensión deportiva, en las tribunas se registraban incidentes entre hinchas de Nacional y São Paulo. Los enfrentamientos, captados por cámaras y testigos, obligaron a la intervención del personal de seguridad. Aunque no interrumpieron el desarrollo del partido, reflejaron una problemática recurrente en los estadios sudamericanos: la dificultad de garantizar la convivencia entre aficiones rivales.

Foto: Jaiver Nieto

La noche de este martes quedó marcada por dos historias paralelas. En el terreno de juego, un capitán que falló en los penales, pero no en el compromiso. En las gradas, la necesidad urgente de que la pasión futbolera no derive en violencia. Ambas narrativas se unen para dejar un mensaje que va más allá de lo deportivo: los errores pueden ser parte del camino al éxito, pero la intolerancia en las tribunas sigue siendo un obstáculo pendiente de resolver.

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