Redacción: Danna Valentina Camacho – periodista Oriente Noticias
Fuente: Tomada de Internet
Dos guardianes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario fueron capturados este 14 de agosto por su presunta responsabilidad en el abuso sexual de Andrea Valdés, una interna de la cárcel El Pedregal, ubicado en Medellín. Las detenciones se realizaron en los centros penitenciarios de Puerto Triunfo Antioquia y La Dorada, Caldas, donde los implicados se encontraban prestando servicio.
Según la denuncia presentada, Valdés quedó embarazada como resultado de las agresiones sufridas y hace poco dio luz mientras sigue recluida en la cárcel El Buen Pastor, en Bogotá. Las autoridades confirmaron que las pruebas de ADN realizadas por orden judicial arrojaron una coincidencia del 99,9 % entre uno de los capturados y el hijo de la reclusa, fortaleciendo la acusación.
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La representación legal de la víctima, denunció intentos por parte de la institución de ocultar lo sucedido y afirmó que Andrea sufrió represalias después de denunciar supuestos actos de corrupción dentro del penal. Según su versión, los abusos ocurrieron en agosto y septiembre de 2024, y los guardias entraban a su celda fuera de los horarios permitidos. Asimismo, se denunció un intento de inducirle un aborto para borrar la evidencia del delito; pese a esto, los detenidos deberán enfrentar a la justicia por crímenes como acceso carnal violento con agravantes.
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Finalmente, este suceso ha provocado una fuerte indignación y ha reabierto la discusión sobre la defensa de los derechos humanos de las mujeres que se encuentran privadas de su libertad, así como el papel de supervisión del INPEC en los centros de detención del país.
