Colombia debe reinventar su modelo exportador para fortalecer su economía en 2025

Redacción: John Fredy Pita Navarro – TRO Digital.

El país atraviesa una difícil situación en su sector exportador, con una caída en las ventas internacionales que preocupa a economistas y autoridades.

Un estudio publicado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), realizado por el economista Daniel Botero Guzmán, revela que entre enero y julio de 2024 las exportaciones colombianas disminuyeron un -0,79 % en comparación con el mismo período del año anterior.

Al excluir el petróleo y sus derivados, la caída fue aún más significativa, alcanzando un -2,7 %. “Este debilitamiento refleja una tendencia que comenzó en 2015, cuando la caída de los precios del petróleo afectó significativamente los ingresos externos del país”, señala el informe.

El estudio resalta que la estructura de las exportaciones colombianas sigue dependiendo en gran medida de productos primarios de bajo valor agregado y escasa tecnología, lo que limita la capacidad de crecimiento sostenido. “Las exportaciones están concentradas en pocos destinos, principalmente Estados Unidos, y en productos primarios”, detalla Botero. Esta dependencia de pocos productos y mercados hace que la economía colombiana sea vulnerable a las fluctuaciones de la demanda internacional, una situación que ha persistido desde la crisis de los precios del petróleo en 2015.

La diversificación de productos y mercados se presenta como una solución clave para mejorar la competitividad del país en el comercio internacional. El informe subraya que sectores como el turismo, la agricultura y las energías renovables tienen un alto potencial de crecimiento. “El turismo es uno de los sectores estratégicos para esta diversificación, con gran potencial debido a su alta participación dentro de la exportación de servicios”, afirma el estudio. Además, el sector agrícola, aunque ha perdido relevancia frente al petróleo, podría revitalizarse si se enfoca en productos con mayor valor agregado, para lo cual sería necesario fortalecer la innovación y la adopción de nuevas tecnologías.

Otro de los sectores con grandes oportunidades es el de las energías renovables, en especial la solar y eólica, dado el potencial natural de Colombia. Según Botero, “la capacidad de nuestro país para generar energías renovables, particularmente energía solar y eólica, le brindan la posibilidad de sobresalir a nivel mundial”. Además, la abundancia de minerales clave como el cobre y el níquel podría posicionar a Colombia como un jugador estratégico en la transición energética global, si se implementan políticas públicas adecuadas que atraigan inversión en este sector.

Por último, el estudio de Botero destaca que para que la diversificación exportadora sea exitosa, es crucial que el gobierno y el sector privado trabajen en conjunto. si el país no logra diversificar su estructura exportadora y productiva para un futuro menos dependiente de los combustibles fósiles, corre el riesgo de volverse irrelevante”, concluye el informe.

Sin políticas públicas coherentes y un enfoque a largo plazo, Colombia corre el riesgo de quedar rezagada en un mercado global cada vez más competitivo, por lo que se hace urgente un cambio estructural que permita un crecimiento económico más inclusivo y menos dependiente de los recursos naturales.

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