Asesinan a auxiliar de Policía en ataque con francotirador en Herrán, Norte de Santander

José Expedito Pabón Contreras, de 19 años, murió de forma inmediata tras recibir un disparo con arma de largo alcance mientras cumplía su turno de vigilancia nocturna en la estación de Policía del municipio.

Foto del municipio

Un joven auxiliar de Policía fue asesinado por un francotirador en el municipio de Herrán, un hecho que pone en alerta a las autoridades por la posible presencia de grupos armados ilegales en una zona históricamente tranquila del departamento.

¿Cómo ocurrieron los hechos?

En la noche del jueves 5 de junio, un auxiliar de Policía identificado como José Expedito Pabón Contreras, de tan solo 19 años, fue asesinado en un ataque con francotirador mientras se encontraba prestando vigilancia en la estación policial del municipio de Herrán, en Norte de Santander.

El disparo, que se presume fue realizado desde una distancia considerable, impactó directamente en el cuerpo del joven uniformado, quien murió en el lugar de manera instantánea. Según versiones preliminares, se trataría de un ataque planificado con un arma de largo alcance.

Las autoridades manejan como principal hipótesis la autoría del grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN), dado su historial de presencia en esta zona fronteriza. Aunque no hay confirmación oficial sobre los responsables, se ha puesto en marcha una ofensiva conjunta entre Policía y Ejército para dar con los autores materiales e intelectuales del crimen.

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¿Qué dicen las autoridades?

El Brigadier General Carlos Fernando Triana Beltrán, director de la Policía Nacional, repudió el hecho, calificándolo como un “vil acto de cobardía”. Aseguró también que se intensificarán las labores de inteligencia y patrullaje en la región para prevenir nuevos atentados contra la fuerza pública.

Este hecho violento ha generado consternación entre los habitantes del municipio de Herrán, una población que históricamente se había mantenido al margen del conflicto. Las autoridades han reforzado la presencia militar y continúan recolectando pruebas para esclarecer el asesinato.

El caso reabre el debate sobre los riesgos a los que están expuestos los jóvenes auxiliares de Policía que son enviados a zonas con presencia de grupos armados ilegales, especialmente en regiones fronterizas del país.

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