“Mamá, estoy bien, no te preocupes. Pero no dejes de hacer presión en Colombia”. Estas fueron las primeras palabras que Dolly García escuchó de su hijo, Edwin Iván Colmenares García, luego de siete meses sin saber nada de él. El joven abogado cucuteño fue detenido por autoridades venezolanas y, hasta la fecha, su familia desconoce con certeza el lugar exacto donde se encuentra recluido.
Siete meses cumple retenido en Venezuela el cucuteño Iván Colmenares, el joven abogado hace parte del grupo de 20 colombianos detenidos por el Gobierno de este país acusados de espionaje. Hace unos días, su madre Dolly García recibió una llamada que avivó sus esperanzas, sin… pic.twitter.com/Aw6dYyiwzg
— Canal TRO (@CanalTRO) May 21, 2025
Desde el día de su captura, la única certeza que tenía su madre era que estaba bajo custodia del régimen venezolano. La incertidumbre sobre su estado de salud física y mental la ha acompañado desde entonces.
La llamada, de apenas cinco minutos, fue suficiente para estremecer el corazón de Dolly. Entre la emoción y el desespero, Iván le reiteró que se encontraba bien, pero le hizo una súplica clara: “No dejes de alzar la voz por los 20 muchachos que estamos aquí. Nos acusan de algo que no hicimos. No nos olviden”.
Aprovechando el breve momento, Iván le envió un mensaje que quebró las fibras más profundas de su madre. Desde un centro de reclusión en Caracas, y con voz entrecortada, le deseó un feliz Día de las Madres, una fecha que en Cúcuta se celebra el último domingo de mayo.
La lucha de Dolly y de otras familias no ha cesado. En abril pasado, tres padres, entre ellos ella, hablaron desde el Congreso de la República para exigir justicia y visibilizar la situación de los 20 colombianos detenidos en Venezuela, presuntamente acusados de espionaje.
Este sábado 24 de mayo, los familiares se concentrarán en el puente internacional Francisco de Paula Santander, que conecta a Cúcuta con Ureña, estado Táchira, para hacer sentir su voz de protesta y exigir la liberación de los jóvenes.
“No vamos a descansar hasta que nuestros hijos regresen. No son espías, son inocentes”, asegura Dolly con firmeza.