Redacción: Fabio Sandoval

Un insólito hecho se registró durante la noche del 12 al 13 de mayo de 2025 en el barrio Bermejal (casco urbano) de Ocaña, Norte de Santander, donde un hombre que presuntamente intentaba hurtar un local comercial quedó atrapado entre las rejas de seguridad y falleció por asfixia. La víctima, identificada como Arlés Antonio Claro, de 37 años, fue encontrada suspendida con la cabeza y el cuello aprisionados, mientras el resto de su cuerpo permanecía dentro del establecimiento. La comunidad alertó a las autoridades y el cuerpo fue rescatado por el Cuerpo de Bomberos; posteriormente, se trasladó al Instituto de Medicina Legal para la necropsia y se inició la investigación judicial correspondiente.

La tragedia ocurrió en la madrugada del pasado martes 13 de mayo, en un establecimiento comercial del barrio Bermejal, cuando el presunto ladrón intentó ingresar por la ventana protegida con rejas metálicas. Al quedar atascado, permaneció suspendido hasta que vecinos, al percibir ruidos, dieron aviso a la Policía.

Al arribar al lugar, los uniformados hallaron a Arlés Antonio Claro, de 37 años, colgado de la reja con la cabeza y el cuello fuertemente aprisionados entre los barrotes, mientras que el resto de su cuerpo estaba dentro del local Minutos después, el Cuerpo de Bomberos de Ocaña realizó las labores de rescate del cadáver para que las autoridades judiciales pudieran adelantar los actos urgentes.

Testigos entrevistados por medios locales señalaron que escucharon ruidos durante la madrugada y, al salir a verificar, encontraron al hombre sin vida y enredado en la estructura metálica. Una fuente de la zona indicó que “la gente escuchó ruidos, pero cuando salieron ya era tarde. Lo encontraron atrapado y sin signos vitales”.

La Policía Judicial de Ocaña se encargó de recopilar evidencia en el lugar de los hechos y adoptar el levantamiento del cuerpo, que luego fue trasladado al Instituto Nacional de Medicina Legal para la necropsia de rigor.. Hasta el momento, las autoridades manejan la hipótesis de un hurto frustrado que terminó en un accidente fatal.

Las diligencias preliminares buscan establecer si Claro portaba herramientas u otros elementos al momento del incidente, aunque los informes oficiales no han detallado el botín que habría intentado sustraer. La hipótesis principal apunta a un accidente mortal por asfixia, derivado del peso y la presión ejercida contra los barrotes de la reja.

Este tipo de sucesos son excepcionales, pero ponen de relieve los riesgos de los intentos de hurto en locales con sistemas de seguridad rígidos. La investigación continuará bajo la coordinación de la Fiscalía y la Policía Judicial de Ocaña para esclarecer las circunstancias exactas que llevaron a la fatalidad.