‘Carmito’ habló sobre el drama que vive al ser exiliado por cuenta de la violencia que se vive en el territorio. En medio de amenazas y hostigamientos, aún tiene esperanza por la paz total.
Por: Samir Castillo- Periodista Oriente Noticias.
Desde un lugar desconocido de Colombia, lejos de las montañas que lo vieron nacer como líder campesino, José del Carmen Abril – ‘Carmito’ para su gente– alza la voz con fuerza y dolor. Exiliado por cuenta de las amenazas del ELN, este reconocido defensor de derechos humanos del Catatumbo clama hoy por un alto al fuego entre los grupos armados que han convertido la región en un campo de batalla desde el 16 de enero de 2025.

Hoy, Carmito vive en el exilio dentro del territorio nacional, bajo protección del Gobierno. Aunque ya no recorre los caminos polvorientos del Catatumbo que vieron crecer a sus ancestros y lo formaron como líder, su mensaje sigue firme: llama a las organizaciones sociales a redoblar esfuerzos para proteger la vida y la dignidad de las comunidades.
“Me sacaron de mi tierra, pero no de la lucha. El Catatumbo no puede seguir siendo un territorio de muerte. Necesitamos que los fusiles callen y que el gobierno no nos olvide”, dice Carmito, con la voz quebrada por la distancia, pero firme en sus convicciones.
Este líder social, símbolo de resistencia en una región históricamente marcada por el abandono estatal, insiste en que la solución no está en las armas, sino en el diálogo. Y aunque la guerra persista, confía en la propuesta de Paz Total del presidente Gustavo Petro.
Su voz resiste en el exilio, pero su corazón sigue en el Catatumbo. “La paz no es un sueño”, afirma Carmito. “Es una tarea urgente que no da espera”.