Redacción: Valentina Nieto
Tras el reciente fallecimiento del papa Francisco comunicado oficialmente por el Vaticano, la Iglesia católica se prepara para elegir a su nuevo líder espiritual. Entre los 139 cardenales habilitados para votar en el próximo cónclave destaca un nombre colombiano: monseñor Luis José Rueda Aparicio, actual arzobispo de Bogotá, quien es el único representante del país con derecho a voto y, por tanto, con posibilidad de ser elegido como el próximo Papa.

Colombia cuenta con tres cardenales, pero solo Rueda Aparicio se encuentra por debajo del límite de edad de 80 años establecido por el Vaticano para participar en este proceso. Su presencia en el cónclave no solo representa al episcopado colombiano, sino que lo posiciona como una figura con potencial para ocupar el máximo cargo dentro de la Iglesia.
De raíces humildes a la cúpula eclesiástica
Luis José Rueda Aparicio nació en 1962 en San Gil, Santander, en el seno de una familia campesina profundamente católica. Sus primeros años estuvieron marcados por el trabajo en diversos oficios, desde la construcción hasta el periodismo deportivo en la emisora Armonías de San Gil. Posteriormente ingresó al seminario menor de Florencia, Caquetá y luego continuó su formación en Santander, donde fue ordenado sacerdote de la diócesis del Socorro y San Gil en 1989. Completó su preparación académica en la Academia Alfonsiana de Roma, especializándose en Teología Moral, área que consolidó su sensibilidad hacia temas sociales.

Su trayectoria pastoral ha estado estrechamente ligada a contextos de conflicto y pobreza. En 2012 fue designado obispo de Montelíbano, en el departamento de Córdoba, una región golpeada por la violencia. Allí lideró procesos pastorales con énfasis en la reconciliación, la presencia en zonas rurales y el acompañamiento a víctimas.
En 2018, fue trasladado a Popayán como arzobispo, donde reafirmó su rol como voz mediadora y constructiva en favor de la paz. Durante su paso por esta arquidiócesis, mantuvo una posición firme en defensa del Acuerdo de Paz firmado entre el Estado colombiano y las FARC en 2016.

Un liderazgo reconocido en Roma
El 25 de abril de 2020 fue nombrado arzobispo de Bogotá por el papa Francisco, colocándolo al frente de la principal sede eclesial del país. Dos años más tarde, en octubre de 2022, fue creado cardenal, convirtiéndose en el sexto colombiano en recibir esta distinción.
Desde la capital del país, Rueda Aparicio también ha asumido la presidencia de la Comisión de Conciliación Nacional, una instancia de diálogo promovida por la Iglesia católica en Colombia. Su enfoque pastoral ha estado orientado al trabajo con comunidades vulnerables, especialmente rurales, indígenas y afrodescendientes, así como a la promoción de la equidad social y el respeto por los derechos humanos.
Su estilo cercano, su capacidad de mediación y su afinidad con las reformas impulsadas por el papa Francisco lo convierten en un perfil valorado dentro y fuera del país. Aunque su nombre no aparece entre los favoritos de las listas vaticanas, su origen latinoamericano y su coherencia con la visión de una Iglesia más abierta y comprometida socialmente podrían darle respaldo dentro del cónclave.
Este 23 de abril, viajará al Vaticano para asistir a los funerales del Papa Francisco y formar parte de la histórica elección del nuevo pontífice. Su participación en este proceso será seguida de cerca por millones de fieles, tanto en Colombia como en el resto del mundo.