Tibú, Norte de Santander, 10 de abril de 2024. Con la entrega de 630 computadores a estudiantes de seis instituciones educativas de Tibú, el Gobierno del Cambio continúa llevando conectividad, tecnología y esperanza a las zonas rurales del Catatumbo. Esta iniciativa forma parte de La Ruta del Amor, una apuesta por cerrar brechas digitales y garantizar una educación integral y de calidad en territorios históricamente olvidados.

Gracias a la gestión articulada entre el Ministerio de Educación, el Ministerio de las TIC y el programa Computadores para Educar, 6.787 niñas, niños y jóvenes del casco urbano y rural del municipio tendrán acceso a equipos de última tecnología, junto a procesos formativos en programación e inteligencia artificial.

“Ya habíamos estado aquí con el señor presidente firmando el Pacto por el Catatumbo, y seguimos viniendo porque tenemos compromisos con ustedes y con esta región. El mandato del presidente Petro es claro: debemos escuchar y cumplirle al pueblo. Somos servidores públicos al servicio de sus necesidades”, afirmó el ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín, desde la Institución Educativa Francisco José de Caldas.

Durante el acto, el ministro reafirmó el valor de la tecnología como una herramienta para la paz:

“Estas herramientas les van a permitir fortalecer sus conocimientos, siempre y cuando cuenten con docentes que los guíen en programación, computación e informática. Pero también necesitan conectividad, continuidad en sus estudios y acceso a la universidad pública. Solo así, juntos y juntas, haremos del Catatumbo un territorio de paz real”.

Compromisos que continúan

La visita a Tibú no termina con la entrega de equipos. Los días 11 y 12 de abril, el Ministerio de Educación continuará su recorrido por la región:

• Visitará el colegio construido en alianza con la Fundación Pies Descalzos.
• Realizará mesas de trabajo con los resguardos Motilón y Barí, para concertar la inversión de los recursos de conmoción del Pacto Social por el Catatumbo.
• Se priorizarán temas clave como infraestructura educativa, dotación y el modelo pedagógico diferencial.

Este esfuerzo interinstitucional reafirma el compromiso del Gobierno Nacional con una transformación educativa que ponga en el centro a las comunidades rurales y étnicas, y que reconozca la educación como base para una paz duradera.