Volver al pasado y entender el trasfondo histórico en el que se desarrollaron los eventos que desembocaron en la jornada de unión y lucha del 8M es esencial para comprender la importancia de este hito que se celebra cada 8 de marzo desde hace más de 50 años.
Esta celebración del 8M hace referencia, según la ONU, “a las mujeres corrientes como artífice de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre”.
Un recorrido histórico
La Revolución Francesa marcó un punto de inflexión con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789, aunque dejó a la mujer al margen. Olympe de Gouges, autora de la “Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana”, denunció esta exclusión, lo que le costó la vida en la guillotina. En su declaración, afirmaba: “La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos”.
Por su parte, Eleanor Roosevelt “defendió los derechos civiles y de las mujeres a través de columnas en los periódicos, en la radio y en discursos”, como resalta El Periódico de Catalunya en un artículo.
En 1848, la Declaración de Seneca Falls en Estados Unidos Elizabeth Cady Stanton proclamó: “Sostenemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres y mujeres son creados iguales”.
El avance de los derechos
El siglo XX fue decisivo para la lucha por la equidad de género. En 1911, más de un millón de personas se manifestaron en Austria, Dinamarca, Alemania y Suiza en lo que se considera la primera ocasión en celebrarse el Día Internacional de la Mujer. Además, tras la Primera Guerra Mundial, varios países comenzaron a otorgar el derecho al voto a las mujeres. Nueva Zelanda fue pionera en 1893, seguido de Finlandia en 1906 y Estados Unidos en 1920.
En América Latina, Ecuador se convirtió en el primer país en reconocer el sufragio femenino en 1929. Sin embargo, la lucha por la igualdad no solo se limitó al derecho al voto, sino también al acceso a la educación y al trabajo remunerado. Durante la década de 1970, la ONU declaró el “Año Internacional de la Mujer” y en 1979 aprobó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).
En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995 en Beijing, Hillary Clinton proclamó: “Los derechos humanos son derechos de mujeres. Y los derechos de las mujeres son derechos humanos”.
Situación actual y desafíos
A pesar de los avances, persisten brechas de género en distintos ámbitos. Según el Foro Económico Mundial (2023), se estima que la paridad de género global no se alcanzará hasta dentro de 131 años. Además, la violencia de género sigue siendo una de las principales problemáticas, con datos alarmantes: según ONU Mujeres, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual en el mundo.
Un informe reciente de ONU Mujeres revela un aumento del 50% en agresiones sexuales a mujeres y niñas en conflictos armados desde 2022, destacando los desafíos continuos en la lucha por la igualdad de género
Sin embargo, movimientos como #MeToo, Ni Una Menos y la ola feminista en Latinoamérica han puesto en el centro del debate la necesidad de implementar políticas públicas con perspectiva de género. Países como Islandia han liderado en legislación sobre igualdad salarial, mientras que Argentina ha sido pionera en la legalización del aborto en la región.
