Redacción: Kelly Gamboa – TRO Digital

Estados Unidos, a través del presidente Joe Biden, autorizó a Ucrania el uso de misiles de largo alcance tipo ATACMS con un alcance de 300 kilómetros para atacar territorio ruso. En respuesta, el Kremlin, mediante su portavoz Dmitri Peskov, acusó a Washington de “echar leña al fuego” y escalar la tensión internacional.

Así mismo, el presidente Vladimir Putin advirtió que utilizará armas nucleares si se lanza un misil enemigo masivo hacia territorio ruso. La decisión estadounidense se produce tras reportes de despliegue de 10.000 soldados norcoreanos en la región fronteriza de Kursk, actualmente ocupada parcialmente por tropas ucranianas.

“Los misiles hablan por sí solos y no hay duda de que lo harán”, declaró el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en su discurso a la nación, incrementando la tensión geopolítica. Medios internacionales sugieren que incluso Francia y Reino Unido podrían permitir a Ucrania atacar objetivos militares rusos con misiles Storm Shadow y SCALP.

La situación mantiene en vilo a la comunidad internacional ante la posibilidad de una escalada bélica que podría involucrar armamento nuclear, elevando el riesgo de un conflicto a mayor escala.

Anteriormente, Putin se había manifestado dispuesto a dialogar sobre el conflicto con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien prometió durante su campaña poner fin a la guerra. Sin embargo, la reciente autorización de misiles de largo alcance parece alejar cualquier posibilidad inmediata de negociaciones diplomáticas.