REDACCIÓN: TRO DIGITAL
El alto flujo de pacientes se debe al cierre parcial de IPS, como el Hospital Universitario Los Comuneros, donde no están atendiendo a usuarios subsidiados de NEPS.
La ocupación ha alcanzado un alarmante 270%, afectando a pacientes adultos y pediátricos.
En la actualidad, hay 194 pacientes en el servicio de urgencias, superando ampliamente la capacidad de la clínica. La saturación es tal que los pacientes han tenido que ser ubicados en sillas e incluso en el suelo, debido a la falta de camillas disponibles.
“La situación es insostenible. Nuestros esfuerzos por proporcionar mejores condiciones han sido insuficientes, y la alta afluencia de pacientes no da tregua”, expresó Martinez Vasquez.
Un factor importante que ha contribuido a este colapso es el cierre parcial de otras Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), como el Hospital Universitario Los Comuneros. Este hospital ha dejado de atender a usuarios subsidiados del Nuevo Entorno de Prestación de Servicios (NEPS) y solo está recibiendo a una pequeña parte de la población contributiva de NEPS. Esta medida ha aumentado la presión sobre la Clínica Foscal, que se ha visto obligada a recibir a un mayor número de pacientes.
En un esfuerzo por abordar la situación, se ha convocado una reunión urgente con los jefes de servicio de medicina interna y pediatría, así como con representantes de auditoría, enfermería y asignación de camas. Se han implementado medidas para acelerar los egresos en los pisos hospitalarios y se ha enviado un auditor adicional a urgencias. Sin embargo, el flujo constante de nuevos pacientes continúa, y la capacidad para trasladar pacientes se ve seriamente comprometida.
La clínica ha informado al Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE) sobre la situación, buscando su intervención y apoyo para hacer frente a esta crisis.