Ha generado preocupación en el municipio de San Gil, pues se encuentra en emergencia sanitaria, debido a alarmante escalada en los casos, las alertas epidemiológicas están en su punto álgido ante la propagación descontrolada del mosquito Aedes aegypti, vector de esta enfermedad.
 
 La respuesta de la Alcaldía ha sido drástica, se ha declarado la calamidad pública en el municipio, reconociendo la gravedad del brote, clasificado como tipo II. La medida busca coordinar esfuerzos para contener la expansión del virus y proteger a la población.
 
 El último informe epidemiológico es elocuente 278 casos de dengue notificados durante las primeras trece semanas del año, de los cuales 111 han sido confirmados. Una estadística que refleja el alcance del problema y la urgencia de la acción.
 
 La infección se ha extendido en los barrios sin distinción, con sectores como Centro, Bella Isla y Villa Olímpica liderando las estadísticas de afectados. La distribución geográfica del virus pone de manifiesto la necesidad de un enfoque integral para combatirlo.
 
La crisis no se limita a San Gil, todo el departamento de Santander sufre las consecuencias. El aumento diario de casos conlleva hospitalizaciones y lamentablemente, fallecimientos. Es una llamada urgente a la acción colectiva.
 
Eliminar criaderos de mosquitos y adoptar medidas preventivas son imperativos inmediatos. La colaboración de la comunidad es vital para contener la propagación del virus y evitar más pérdidas humanas