- El raspado de don Evelio, la foto en el caballo de don Manuel y las historias en la zorra de Jaiber e Isael narran la esencia del barrio que vio crecer la ciudad bonita.
Una máquina de raspados ubicada hace 17 años en el parque García Rovira, ha sido testiga de los exigentes gustos de los políticos y empleados públicos que trabajan en la Gobernación de Santander, la Alcaldía de Bucaramanga y el Palacio de Justicia.
Esta máquina que se convirtió en la empresa de `Don Evelio`, también ha visto a los visitantes que se toman fotos con las palomas del Parque Custodio García Rovira y de los matrimonios con finales felices o tal vez tristes que se realizan en la Capilla de los Dolores, la primera edificación religiosa de la ciudad, lugar que fue testigo del nacimiento de la Bonita.
Pero una cita con el matrimonio o con la clase política no es lo único que define el centro. En este barrio son protagonistas el flash de la cámara de don Manuel que no se resiste a desaparecer, la zorra de alimentos de Jaiber e Isael, las versiones ocultas detrás de las cámaras subterráneas del Centro Cultural del Oriente Colombiano y las frases más pegajosas de los comerciantes que con el rebusque sostienen a sus familias.