Redacción: Junior Solano
Las intensas lluvias que se han venido registrando en el departamento de Santander continúan generando emergencias, especialmente en las provincias de Vélez, Comunera y Guanentá, donde se han reportado múltiples afectaciones durante las últimas horas.
En el municipio de San Gil, las precipitaciones ocurridas entre la noche de ayer y la madrugada de hoy provocaron el colapso de varios sistemas de alcantarillado, lo que derivó en inundaciones en viviendas y establecimientos comerciales. Las autoridades locales trabajan en la atención de los damnificados y en la evaluación de los daños ocasionados.

De acuerdo al director de la Oficina Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres de Santander, Eduar Sánchez, en el municipio de Cabrera, la creciente súbita de un afluente interrumpió el paso por el corredor vial que conecta con esta localidad.
Mientras tanto, en la vía nacional, dentro de la jurisdicción del municipio de Pinchote, se presentó caída de rocas que obstaculizaron la circulación vehicular. Personal del Instituto Nacional de Vías (INVIAS) se encuentra en el lugar realizando labores de remoción para restablecer la normalidad en el tránsito.
Uno de los hechos más importantes ocurrió en San Gil, donde fue rescatado con vida el concejal de Charalá, Carlos Manuel León, quien fue arrastrado por el río Fonce en medio de la creciente. El dirigente fue auxiliado por el Cuerpo de Bomberos y trasladado a una clínica de la zona, tras haber estado compartiendo en un establecimiento comercial antes del incidente.

El desbordamiento de la quebrada Las Ánimas también provocó emergencias en zonas residenciales y vías principales de San Gil, donde se reporta afectación en múltiples viviendas. El sistema de drenaje urbano no soportó el volumen de agua, generando un colapso generalizado del alcantarillado.
En la vereda Congual, del municipio de Pinchote, una creciente súbita de la quebrada El Zanjón arrasó cultivos y dejó daños significativos en viviendas campesinas. Las autoridades estiman pérdidas económicas considerables para los habitantes de esta zona rural.
En total, ya son al menos 16 municipios del departamento los que se encuentran en alerta roja por el alto riesgo de deslizamientos, remoción en masa y nuevas crecientes súbitas. De acuerdo a las autoridades “viviendas y locales comerciales resultaron inundados”.