Venezuela se convierte en principal destino de las exportaciones de Cúcuta y Norte de Santander en el primer trimestre de 2025

Redacción: Fabio Sandoval

En el primer trimestre de 2025, las ventas de bienes de Norte de Santander alcanzaron los US $193,6 millones, de los cuales el 24,7 % se dirigieron a Venezuela, consolidando al país vecino como el principal destino de la producción regional. Esta tendencia se enmarca en un notable repunte bilateral, pues durante todo 2024 las exportaciones colombianas a Venezuela sumaron US $1 003,6 millones, un incremento del 49 % respecto a 2023, según la Cámara Colombo Venezolana.

La reanudación plena del tráfico comercial tras la reapertura de la frontera en 2022 ha dinamizado el intercambio formal, aunque persiste la porosidad que facilita el contrabando de combustibles y productos básicos. A pesar de los controles oficiales, el comercio ilícito de gasolina y otros bienes de alto margen se mantiene como un factor distorsionador en la región, impulsado por las diferencias de precio y la cercanía geográfica.

Este auge comercial coincide con un flujo migratorio de gran magnitud: al 29 de febrero de 2024, Colombia albergaba 2 845 706 migrantes venezolanos, de los cuales el 69 % ingresó por puestos de control de Norte de Santander, lo que añade presión a la infraestructura social y logística local. Las autoridades y gremios subrayan la necesidad de un balance entre la apertura de canales formales y el blindaje institucional para frenar las actividades ilegales y garantizar beneficios sostenibles.

En este contexto, la Zona Franca de Cúcuta ha reforzado su rol como plataforma estratégica: gracias a su ubicación junto a tres puentes binacionales, el comercio a través de la zona franca se ha triplicado, atrayendo inversiones en sectores como logística, manufactura y químicos. Con la prórroga de su concesión por 30 años decretada en junio de 2024, se espera consolidar proyectos de valor agregado que diversifiquen la oferta exportable y fortalezcan la competitividad regional.

Analistas coinciden en que, para sostener esta dinámica, será crucial garantizar la coordinación binacional en materia aduanera y migratoria, la formalización de pequeñas empresas fronterizas y el refuerzo de la seguridad en los pasos regulares para contener el contrabando, al tiempo que se potencia la infraestructura logística que conecta a Cúcuta con los mercados venezolanos. De esta forma, Norte de Santander aspira a avanzar hacia un modelo de integración económica más equilibrado y resistente a las fluctuaciones del entorno fronterizo.

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