REDACCIÓN TRO DIGITAL
El Gobierno Nacional ha lanzado un plan de respuesta ante la inminente llegada del fenómeno de La Niña, estimando que podría dejar una estela destructiva que afectaría a miles de personas y recursos en el país.
Según las proyecciones del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, se espera que La Niña impacte especialmente entre agosto y noviembre de este año, con una probabilidad de ocurrencia del 70% que podría extenderse hasta el primer trimestre de 2025. En respuesta a estas alarmantes predicciones, el Gobierno ha asignado importantes recursos, destinando 7 billones de pesos para un plan de preparación y respuesta coordinado por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, el Ministerio de Ambiente, el Ideam, el Ministerio de Transporte y el Ministerio de Agricultura.
Carlos Carrillo Arenas, director general de la UNGRD, advirtió sobre la magnitud de los posibles impactos, proyectando afectaciones severas que podrían incluir la destrucción de 16.000 viviendas y daños en otras 224.000, además de afectaciones a 2.201.423 hectáreas de cultivos y más de 6 millones de animales. Carrillo también destacó que históricamente, La Niña ha provocado en promedio 15 eventos diarios como inundaciones, movimientos en masa, vendavales y avenidas torrenciales.
La ministra de ambiente, Susana Muhamad, indicó que las regiones Andina y Caribe serán las más afectadas por los excesos de lluvia en octubre, mientras que se prevén impactos significativos en las regiones Orinoquia y Pacífica entre noviembre y enero de 2025.
El sector agrícola también se prepara con un plan que cuenta con 229.000 millones de pesos destinados a medidas anticipatorias. Estas incluyen la difusión de información agroclimática, servicios financieros, brigadas de salud animal y actualización tecnológica para pequeños productores ganaderos y extensionistas. La ministra de agricultura, Martha Carvajalino, destacó la importancia de priorizar la región Caribe y el Pacífico debido a su vulnerabilidad histórica y la prevalencia de inseguridad alimentaria.
Ante la inminencia de este fenómeno climático, el Gobierno y diferentes entidades trabajan arduamente para mitigar sus impactos y proteger a las comunidades vulnerables en todo el país.